UN MAL DESPERTAR
Martín abrió los ojos. Tuvieron
que pasar unos segundos para darse cuenta de que no reconocía aquel lugar. Miro a un lado y al otro. Aquel no era su
dormitorio. Sintió el tacto de las sabanas rozar su cuerpo desnudo. De repente, imágenes difuminadas y borrosas vinieron
a su mente. La fiesta, el baile… Todo comenzó a cobrar sentido.
Giro la cabeza
hacia la mesilla de noche y se arrastro por la cama en dirección a ella para
coger un portarretratos que allí había. Era una fotografía de Eugenia y, aunque
no lograba recordar nada con claridad, sus temores se hicieron realidad.
-Dios mío… ¡!!no!!!
Localizó su ropa en un rincón de
la habitación y se levanto para vestirse deprisa, y así, salir cuanto antes de
aquel lugar. Un sentimiento de
culpabilidad se apodero de el y no dejaba de pensar en Nai.
-Dios mío Nai... ¿Por qué?..¿por qué?
Soy un estúpido.
Tras vestirse se dirigió hacia la
puerta del dormitorio a toda prisa, pero en ese momento Eugenia entró en la
habitación.
Llevaba puesta una bata que cubría
lo que Martin adivinaba, a juzgar por la ropa que acababa de ver esparcida por
la habitación, un cuerpo desnudo.
-Hola Martin. ¿Ya se ha
despertado? -pregunto Eugenia con una sonrisa.
-Si bueno. Ehh, Ya me iba.
-¿Ya? ¿Tan pronto? ¿Sin
desayunar? -Volvió a preguntar sin para ello perder aquella sonrisa que tan nervioso ponía a Martin.
Entonces el joven Doctor pensó
que lo mejor era abordar el tema, y hablar de ello, para evitar cualquier tipo de confusión.
-Eugenia. Yo quería decirle… Debo
decirle que… Bueno anoche yo…
A Martín no le salían las
palabras con claridad, estaba nervioso y avergonzado, y ella, al percatarse de
eso se adelanto para decir:
-Oh vamos, Doctor Martin…
Eugenia no perdía su irónica
sonrisa, y como si nada de gran importancia hubiera pasado, comenzó a recoger y
ordenar la habitación mientras continuaba diciendo.
–…Anoche no paso nada que ninguno
de los dos no deseara que pasara.
Aquellas palabras no hacían más
que confirmar lo que Martín sospechaba. Había pasado la noche con aquella mujer
y en la misma cama. Martin se sentía como un traidor. No entendía como podía
haber llegado tan lejos estando enamorado de Nai. Martin miro al suelo, y su
cara reflejaba una mezcla de tristeza e impotencia.
Sin Embargo, Eugenia no se sintió ofendida, esa expresión confirmaba su victoria. Había Conseguido separar a Martin de la señorita Nai en la fiesta, se lo llevo a casa esa misma noche y además, ahora, ambos compartían un secreto. Un arma poderosa en manos de Eugenia, que no dudaría en usar, si fuera necesario, con tal de llevar a buen fin sus planes.
Sin Embargo, Eugenia no se sintió ofendida, esa expresión confirmaba su victoria. Había Conseguido separar a Martin de la señorita Nai en la fiesta, se lo llevo a casa esa misma noche y además, ahora, ambos compartían un secreto. Un arma poderosa en manos de Eugenia, que no dudaría en usar, si fuera necesario, con tal de llevar a buen fin sus planes.
-Es mejor que me vaya. Tengo que
ir a casa.
Eugenia ya tenía lo que quería.
Se sentía satisfecha y no quiso alargar mas el sufrimiento de Martin
-Como quiera Martin. Es libre de marcharse si así lo desea.
-Discúlpeme Eugenia, tengo cosas que
hacer y creo que será lo mejor. ¿Me entiende?
Eugenia se aparto de la puerta y
dejo el paso libre a Martin. Este cruzó el umbral y se detuvo un momento. Se
volvió hacia Eugenia y dijo:
-Con respecto a lo de anoche,
bueno, creo que no deberíamos…
Ella intuyo las dudas de Martin y
quiso tranquilizarle entendiendo su preocupación, aunque en el fondo ella no lo
compartiera.
-Doctor Martin. No somos niños.
Lo que sucedió anoche fue por el deseo
de dos personas adultas. Pero sé que sus sentimientos son bien distintos. Créame,
yo tampoco estoy enamorada de usted. Pero somos adultos y ayer solo hicimos lo
que nuestros cuerpos y mentes nos pedían. Sin embargo, entiendo su
preocupación. Se mejor que usted lo que es vivir en un pueblo pequeño.
Esté
tranquilo. Guardare el secreto.
Martin se sintió mucho mas
tranquilo al comprobar lo comprensiva que Eugenia podía llegar a ser. Por eso antes de abandonar la habitación, y
ya con carácter mas serio y tranquilo, miro fijamente a Eugenia para decirle:
-Lo de anoche, No volverá a
suceder.
Eugenia miro a los ojos de Martin
a la vez que asentía con la
cabeza. El, salió de la casa sabiendo que lo sucedido con Eugenia
había sido un error que no volvería a suceder. Un acto que los dos comprendían
y que no respondía a ningún sentimiento más allá del puro placer.
Se marchó convencido
de que Eugenia guardaría el secreto. Pero cuando Martin cerró la puerta,
Eugenia clavo la mirada en ella, y mientras una malévola sonrisa volvía a
dibujarse en su cara, dijo para si misma:
-Eso lo veremos Doctor Martin… Eso lo veremos.
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El día del patrón había quedado
atrás y durante los días posteriores ni Nai ni Martin habían hecho esfuerzo
alguno por encontrase. La maestra estaba enfadada y molesta por el
comportamiento de Martín durante la fiesta. Le
incomodó que él no se acercara a saludarla, y por supuesto, también la actitud que tuvo con Eugenia. A pesar de
todo, ella misma trataba de convencerse de que la actitud de Martin no era más
que la respuesta de este a sus deseos de ir mas despacio y con cautela en la relación. Y quería
pensar que el hecho de hablar con Eugenia no significaba nada, en realidad ni
siquiera bailaron juntos, tan solo hablaron como ella misma hizo con las madres
de sus alumnos.
Por otro lado, Martin se sentía
avergonzado por lo ocurrido con Eugenia y no se veía con fuerzas de ir a ver a
Nai. Pensó que quizá dejando pasar unos días todo se enfriaría un poco y podría
armarse de valor para retomar su relación con ella.
Pero los dos, cada uno por su
lado, tenían claro que si el tiempo seguía pasando, al final buscarían cualquier escusa o pretexto
para reencontrarse, ya que no había
pasado ni una sola noche sin que el uno pensara en el otro.
Lo que ni Nai ni Martin podían
sospechar era que el encargado de brindar tal pretexto seria el propio destino.
Texto: Minichico
Fotografía: Minisantonia
Texto: Minichico
Fotografía: Minisantonia
He empezado por el final y me ha encantado. Asi que iré al principio para disfrutar de tu relato y escenas.
ResponderEliminarPor cierto que son una maravilla.
Besitos.
Ya decía yo que Eugenia era una lobaaaaaa. Ya estoy pensando en el siguiente capítulo y haciéndome yo el montaje de como trascurrirá......
ResponderEliminarBesos. Mª Jesús
Precioso
ResponderEliminarSei una favolosa scrittrice. Bella storia! E azzeccate scene.
ResponderEliminarPovero Dr. Martina! Ora è nelle mani di Eugenia...E Nai lo scoprirà?
Aspetto con trepidazione il prosieguo della storia.
Ciao Faby
Ainss se me han revuelto las tripas con la malvada de Eugenia jajajaja. Como siempre ¡Genial! tanto el texto como la puesta en escena, esos gestos, los detalles... impresionante!!! Besazos y espero la siguiente con muchas ganas.MN
ResponderEliminarHay hay.. esto esta un poquito revuelto esperamos que pronto vengan cosas buenas ,besos santiaga
ResponderEliminarGenial, al final vas ha hacer un Best-Seller.
ResponderEliminarPero que malísima es Eugenia y ¿qué estará tramando ahora?. Miedo me dá.
ResponderEliminarMenuda trampa que le tendió Eugenia!! aunque estoy segura que al final triunfará el amor, dime que siiiii!!! jajaja
ResponderEliminarun besote
I am just starting here, but somehow I wonder if Martin and Eugenia really.....
ResponderEliminarun triangle infernal !
ResponderEliminarQui est le plus coupable dans cette situation ... pour moi les deux, Eugénia la perfide ou Martin qui a cédé à ses désirs ? J'attends la suite de ce roman.
Très joli décor ! rosethé-Minima
A ver si Martín es un hombre valiente y dice por una vez la verdad (aunque ahora no este de moda, en aquellos tiempos era distinto)....
ResponderEliminarY Nai es una mujer de mente abierta... Que a veces me parece un poquito tontita...
Y Eugenia quizás no es tan mala... Viuda, sola y sin poder tener caricias de nadie, por el que diran... Ahora se iria a Cuba y seguro que se olvidaba rápido de Martin (donde esté un buen morenito con ritmo)...
Bien, ya veremos como sigue la historia
ja,ja que me encantan tus escenas y tus historias, no me las pierdo, eres genial, feliz dia del amor y la amistad, buena semana.
ResponderEliminarhay que ver lo malas que podemos ser las mujeres , a ver por donde sale esto ,las fotos estan muy bien ambientadas y los cambios de vestuario me gustan mucho
ResponderEliminarbesitos
Mari
Hola, Eugenia se va a vengar. Le va a crear problemas. Me gusta la bata que lleva puesta. El tocador es precioso. Cuantas cosas tienes y que bonitas son todas. El problema es que Martín no es claro ni directo... Se esta complicando el solito su vida... Seguimos en contacto
ResponderEliminarSigo intrigada y con ganas de saber más de esta historia.
ResponderEliminarEugenia,pelandrusca.....
ResponderEliminardesde luego seguiré la historia,me da que no lo tendrán fácil el doctor y la profesora
un besin Toñi
Pués hija..... esto engancha más que el libro que estoy leyendo por la noche .Como seguirá la cosa? un beso
ResponderEliminarQué pasará?
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