martes, 30 de abril de 2013

LAS RECIEN LLEGADAS

Estas dos preciosas muñecas acaban de llegar a casa.
Una Nancy ochentera y una Lesly que no se de que año es.
La Nancy creo que viene en muy buen estado. La Lesly está sucia y con el pelo enredado y sucio.
De todas formas las dos van a pasar por el salón de belleza. 
Les voy a dar un bañito frotándolas para que queden bien limpitas.
Despues les voy a lavar el pelo y les pondré una nascarilla hidratante y nutritiva.
Y a ver que pasa... ya veremos como se me da esto a mí...
Aunque he hecho pruebas con una babie viejecilla y el pelo, que parecia un estropajo de esparto, quedó limpio y brillante.
Os enseñaré los progresos.


Y aqui, mi Nancy con un vestidito que hice el otro día con un patrón sacado de un picassa.



  

lunes, 29 de abril de 2013

COSILLAS DE TELA

Os enseño varias cositas que he hecho.

Estos babis del cole son para Yolanda, una compañera del foro de miniaturas que tiene una escena de escuela chulisima. 
Es un intercambio. Ella me va a enviar plantitas, que a mi no me salen...
   
Y estos peleles son para otra compañera del foro que está haciendo unas escenitas de bebé. Espero que le gusten!!!


 Y estos conjuntos de ropa interior son para la feria de Bishop de mayo en Madrid.

Y eso es todo..
ando un poco flojilla, a ver si me animo y me pongo las pilas!!!!

miércoles, 24 de abril de 2013

LAGO - JARDÍN Capítulo 19

PENULTIMO CAPITULO 

DECIR ADIOS 

(Despacho del alcalde Emilio. H 17:30)

 Emilio echó un par de dedos de su mejor whisky en un vaso sin hielo con intención de ofrecérselo al señor Smitz que se mantenía de pie junto a la puerta.  John negó con la cabeza y Emilio se apropió del refrigerio. 


Con él en  la mano se dirigió a su mesa y tomó asiento en su sillón. Dió un trago y se quedó mirando al suelo, cabizbajo y pensativo, después preguntó a Jhon Smitz
  
 -¿Está seguro de que vendrá?

 -Hable con él esta mañana, me dijo que vendría sobre esta hora acompañado de la señorita Nai, con intención de entregar las renuncias a sus respectivos puestos.

Emilio volvió a dar un sorbo de su magnífico whisky y de nuevo se quedó mirando al suelo mientras decía

 -Si no dan marcha atrás en sus intenciones, este pueblo perderá dos pilares importantes.

 -Y dos buenos amigos, querido alcalde…y dos buenos amigos.- Replico Smitz 

 La conversación que mantenían los dos hombres quedó interrumpida al escucharse unos golpes en la puerta.

Emilio alzó entonces la cabeza para mirar a los ojos de Smitz como esperando una confirmación. Este asintió con la cabeza y entonces el alcalde dió paso alzando la voz.

 -Adelante!!!..Pase. 

El Doctor Martin y la señorita Nai entraron en el despacho y Martin  se sorprendió de ver allí a su amigo Smitz

 -¿Usted aquí John?

 -Sabía que vendrían. Así como sus intenciones de abandonar el pueblo mañana tarde. Me espera un día muy liado  y no quería perder la oportunidad de despedirme. 

Dicho esto Smitz extendió su mano para estrechársela a Martin al tiempo que continuaba diciendo

 -Le echaremos de menos Martin. Las tertulias no serán lo mismo sin usted.

 -Lo mismo digo, querido amigo, lo mismo digo. Gracias por todo John – respondió el joven-

 Después Smitz estrechó también la mano de la maestra 

-Señorita Nai, ha sido un placer conocerla.


 -El placer ha sido mío – respondió la maestra -, usted y su esposa se han portado muy bien con nosotros.

-Bueno.-dijo Martin, a quien no le gustaban las despedidas.- Será mejor acabar de una vez. 

Nai y Martin se acercaron a la mesa del alcalde quien se levantó para recibirlos.

Una vez allí, ambos, sacaron los escritos que entregaron a Emilio. 

Eran las renuncias de sus puestos. 

Emilio las tomó una en cada mano, comprobó que los nombres de las firmas eran correctos y después miró a los ojos de ambos.

 -Saben que yo no apruebo esto ¿verdad?

 -Lo sabemos.- contestó Martin.- Pero es la única salida. 

Emilio dejó las renuncias sobre la mesa, dió la vuelta a esta y se colocó frente a ellos. 

Extendió la mano a la señorita Nai y dijo.

 -Ha sido un placer tenerla aquí señorita Nai. Siento que tengan que irse de esta manera. 

-Gracias Emilio – contestó la maestra-

 Después se dirigió a Martin 

 -Doctor… Espero que algún día vuelvan a visitarnos.

 -Descuide, lo haremos. Hemos hecho buenos amigos aquí. Seguro que vendremos.

 Acabadas las despedidas, el médico dio por finalizada la visita al alcalde.

 -Bueno, será mejor que nos vayamos. Todavía nos quedan maletas por hacer. 

Y dicho esto se dirigieron a la salida con intención de marcharse.

Smitz, que permanecía de pie junto a la puerta, les abrió para que salieran. 

Pero cuando apenas habían pasado el umbral, Smitz preguntó


 -Por curiosidad… Martin…. ¿Qué autobús cogerán mañana?

 -El de las 18:00. El que para en la puerta del café.- Respondió Martin 

-Ah sí, lo conozco. Les daré un consejo. Procuren llegar antes de la hora, ese autobús suele adelantarse.


 -Gracias por el consejo John, estaremos pronto, y nos tomaremos algo para hacer tiempo.

 -Adiós Martin 

-Adiós querido amigo

 -Señorita Nai… 

-Adiós Sr. Smitz. Despídame de su esposa. 

-Descuide… lo haré.

Martin y Nai salieron del despacho y Smitz cerró la puerta.

 Emilio volvió a sentarse en su sillón, de nuevo cabizbajo y pensativo. Al rato dijo.

 -Lo que me pide es que me salte las normas.


 -Lo sé. Pero no es ilegal, ni tampoco un delito. Además es por el bien de este pueblo

 -Y sabe que no servirá para nada ¿no? Solo retrasara el proceso. Eso es todo.

 -Sí, pero ganaremos tiempo y al menos lo habremos intentado. 

Entonces el alcalde Emilio, se levantó de su sillón, cogió los escritos que estaban sobre su mesa, las junto en una, las alzo y las partió por la mitad.


Repitió este proceso en varias veces hasta dejar aquellas renuncias reducidas a diminutos trozos de papel que finalmente tiró a la papelera.

 Después se sentó de nuevo y miro al señor Smitz.

 -¿Sabe? Le veo ahí de pié, tan tranquilo. Como si tuviera todo controlado.

 -Oh, no se deje influir por mi carácter británico, querido amigo. En el fondo estoy tan preocupado como usted. 

-Ya... Pero…

 -¿Pero...?

 -Soy alcalde de este pueblo desde hace algunos años. Puede que se me escapen algunas cosas de las que aquí ocurren. Pero si hay algo que sé a ciencia cierta es una cosa.

 -¿Cuál? –preguntó Smitz divertido.

 -Que el autobús de la 18:00 jamás se ha adelantado. Todo lo contrario, suele retrasarse y bastante me atrevo a decir.

 A Smitz se le dibujó una sonrisa ante las palabras de su amigo, quien continuó diciendo.

 -Le conozco bien Smitz. Y me atrevería a decir que usted sabe algo más de toda esta historia que el resto desconocemos ¿Me equivoco? 

-Ja ja ja... sí, algo de eso hay.- Respondió Smitz acercándose a la mesa - Pero eso ya no importa querido amigo. Nosotros ya no podemos hacer nada. Ahora solo nos queda confiar en el buen corazón de la gente de este pueblo. 

Entonces Emilio, desde su sillón alzó la cabeza, miró fijamente a Smitz y con gesto de preocupación preguntó

 -¿Incluido en el de Eugenia? 

A lo que Smitz afirmó.

 -Sobre todo en el de Eugenia, querido amigo, sobre todo… en el de Eugenia.


lunes, 22 de abril de 2013

VERDURITAS

Voy a hacer una escenita que bueno... ya la ireis viendo...
El caso es que necesito muchas verduritas, y frutas y cosillas de barro y cuerda.
Y he empezado a practicar con el fimo a ver que pasa...
Hay cosas que ni voy a atreverme a probar, ya tengo además mi proveedora de verduras (lolyali).
Pero algunas si que parece que más o menos...
A ver que me decís...???


 los pañitos de cocina y el delantal ya los tenía

 Los nabos y las zanahorias

Los tomates

Uvas (fatal las uvas), naranjas y platanos
 

 Huevos y berengenas
 

 pimientos y unos botecitos de barro



Botecitos de barro y quesos. 
Ambas cosas mejorables




Y esta es la composición que he hecho para mostrarlo.

Mis fotos parecen rincones de habitaciones, pero no lo son.
Me hice unos tableritos de dm todos con las mismas medidas.
Después los empapelé con un papel diferente por cada cara.
A unos les puse papel de pared y a otros de suelo.
Y también tengo para el suelo (como en esta foto), un mantelito de los chinos. 

 Después ya se colocan los mueblecitos y las cositas que queremos fotografiar.

Y ya está.