SABADOS DE TERTULIA
-!!!Un asesino!!!
Sentenció tajantemente el Sr. Marhuenda algo enojado...
-Un loco...un descerebrado… un psicópata!!! - Añadió mientras una
bocanada de humo del puro que estaba fumando salía de su boca y llenaba la
estancia.
-Pero muy listo -Apunto Don Pedro que se encontraba de pie junto a la
chimenea; a lo que el Sr. Marhuenda, indignado, replicó:
-Pedro tiene razón -Intervino John- listo debe de ser, Scotland Yard
nuca le atrapo, y eso requiere cierto ingenio.
-Incluso
-Se atrevió a añadir Don Pedro- no sería de extrañar que el asesino continuara
en activo. Cabria la posibilidad de que estuviera escondido en cualquier sitio.
Podría estar aquí, en Lago-Jardín,
hasta podría ser uno de nosotros.
-Tienes razón, nunca hay que bajar la guardia. – Afirmó Jhon tratando así de asustar al Sr. Marhuenda.
Don Pedro continúo con su imaginativa conspiración tratando de
incomodar en lo posible al Sr. Marhuenda,
mientras John apoyaba la broma con su característico humor.
Don Pedro |
Pedro continuó diciendo...
-¿Quién sabe?, Hasta podría ser ese medico nuevo…..¿cómo se llama? –
preguntó Don Pedro mirando interrogante a sus compañeros de tertulia -
-¿El Dr. Martin? - Respondió Jhon –
-Sí, el Dr. Martin, ¿acaso
alguien lo conoce o sabe de dónde viene? – continuó Don Pedro-
El Sr Marhuenda, arto de tanta intriga irracional quiso acabar con
aquella conversación y enojado apuntó...
-Vamos vamos señores!! ya está bien. Eso es absurdo, si el asesino
hubiese sido un crio pequeño cuando cometió los asesinatos, hoy tendría más de
40 años!!!
Don Jose Luis Marhuenda |
Don Pedro y John se miraron y echaron a reir ante la lógica del Sr
Marhuenda, que aunque no estaba falta de razón, por el tono en el que habló,
aún se adivinaba cierta preocupación ante la posibilidad de tener cerca al
delincuente en cuestión.
Aquellas risas zanjaron la conversación sobre el asesino de Whitchapel
y Don Pedro, tras dar un trago más a su
brandy, aprovecho para iniciar un nuevo debate
-Por cierto John, ¿qué te parece lo del nuevo doctor?
-Creo que ya era hora de que Lago-Jardín contara con una consulta
propia, estoy harto de tener que viajar a la capital cada vez que uno de mis
hijos tiene una molestia – contestó Jhon entusiasmado-
-Estoy completamente de acuerdo –añadió Don Pedro, Pero antes de que este pudiera continuar
dando su opinión, El Sr. Marhuenda lo interrumpió –
-Por favor caballeros!!! ¿acaso que van a decirme que no les preocupa
que un medico joven pueda ver a nuestras mujeres desnudas, o lo que es peor,
llegar a toquetearlas?
Don Pedro y John se quedaron sorprendidos ante el comentario de su
viejo colega el Sr. Marhuenda, sin duda
no esperaban esa reacción.
-Vamos, se trata de un profesional. No debemos dudar de él -Dijo John
con voz pausada- Tu comentario me parece poco adulto amigo mío.
A lo que el Sr. Marhuenda replicó.
-Puede que en Inglaterra hayáis perdido la decencia hace tiempo, pero
aquí en España aún quedamos muchas familias decentes.
-A lo que tú llamas indecencia yo le llamo avance de la sociedad –
contestó Jhon un tanto molesto por las palabras de su amigo.
Jhon |
-Yo solo digo que las mujeres deberían ser visitadas por mujeres
medico y a los hombres por médicos hombres – continuó diciendo el Sr. Marhuenda
-
Don Pedro intervino entonces.
-¿Acaso no es cierto que en la Gran Guerra los soldados eran asistidos
por enfermeras?
- Eso era distinto, todos los hombres estaban combatiendo.
- Eso no importa, insisto en que no debemos dudar de la
profesionalidad del doctor-Dijo John- no es digno de caballeros.
-John, ¿Porqué no invitas al Dr. Martín a una de nuestras tertulias? -Sugirió Don
Pedro- como un acto de Bienvenida; de este modo conoceremos su personalidad y
así quizás nuestro amigo Marhuenda se quede más tranquilo.
John se quedo pensativo, depués miro a su amigo y colega el Sr.
Marhuenda y finalmente le pregunto...
-¿Qué te parece José?
-Estoy de acuerdo. –Respondió
Don José Luis Marhuenda
-Está bien, le invitare a venir - Dijo John a la vez que se levantaba
y dejaba ya su copa vacía encima de la mesa- y ahora caballeros no hagamos
esperar más a nuestras esposas y disfrutemos de la cena.
Los tres tertulianos abandonaron sus copas y se dirigieron al salón donde, como cada
sábado, compartirían una suculenta cena.
Cuántas maravillas me estoy perdiendo!!
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Julia
Muy bueno muy bueno,jejeejejjjej ya quiero seguir leyendo el siguiente capitulo,besitos,enhorabuena a los dos
ResponderEliminarEstupendo, si señor.... me temo que esto nos va ha crear adición jajaja...
ResponderEliminarBesos. Mª Jesús
Me ha gustado! esto promete!!
ResponderEliminarBesos de las Malu´s.
¡Estupendo, estupendo, me ha encantado! ya estoy deseando leer la siguiente.
ResponderEliminarNice that you're doing a story for us because we've have misunderstood google translate. I look forward to the continuation.
ResponderEliminarHugs
Wyrna
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsto promete!!! esperammos más. Besotes a los dos, Teresa
ResponderEliminarUf, estoy deseando ver a quién matan.... Jijiji
ResponderEliminarHola: me gusta mucho la biblioteca y los diálogos de los tres tertulianos son muy reales de esa época. Me gustan mucho la ropa de los personajes así como las copas y todos los elementos que recrean esta historia. El argumento es muy acorde con la estancia… Felicidades a los dos. Seguimos en contacto
ResponderEliminarMe encanta...seguiré las historias de Lago-Jardin
ResponderEliminarUn besin
veo que me habia perdido el primer capitulo de la historia , ahora a ver como resutla ese tal Dr Martin
ResponderEliminarbesitos
Mari