LA MAESTRA
El taxista sacó sus maletas del coche y se despidió de
ella. Nai quedo sola. Se sentía un poco confusa pues esperaba que el alcalde
hubiese ido a la estación a recogerla, pero no fue así, y cansada de esperar
decidió marcharse en un taxi que la dejó delante de su casa. Y allí estaba, con
el pesado equipaje, dispuesta a subir poco a poco la escalera que le conducía a
su nuevo hogar.
Con desgana, al pensar en el esfuerzo que iba a tener que
hacer hasta llegar arriba, se dispuso a
recoger las maletas, y en ese momento una
voz sono tras de ella....
-Disculpe!!..disculpe señorita!!....
Nai se giró y vio a un apuesto joven dirigirse hacia ella
-Déjeme ayudarla -Dijo el joven desconocido.
-Oh!! gracias, muchas gracias.
El joven asió una maleta con cada mano y se dispuso a seguir
a la muchacha.
-Vivo aquí mismo – dijo ella señalando la escalera - me haría un
gran favor solo con dejarlas en la puerta, arriba de la escalaera
-Como usted quiera. No hay ningún problema – contestó el -.
El improvisado botones comenzó a subir los peldaños, su
intención era dejarlas delante de la puerta, sabía que ofrecerse a entrarlas en
la casa no sería una acción muy correcta por su parte.
Nai subió tras él, le agradeció su caballerosidad y el favor
que le había hecho. Fue cuando el joven se presento estrechándole la mano.
-Mi nombre es Martin, soy nuevo en el pueblo, bueno – dijo
soltando una pequeña carcajada - de
hecho soy el médico, el Dr. Martin
-Vaya!! encantada, yo soy Nai, la nueva maestra – contestó
la muchacha sorprendida -
-Oh, eso es estupendo. ¿Entonces también es usted nueva por aqui?
-Si, como puede ver acabo de llegar. Tenía que recogerme el
alcalde en la estación pero no se que ha podido pasar, no ha aparecido nadie.
Bueno… nadie escepto usted… - dijo
sonrosándose un poco -
Nai abrió la puerta de la casa y Martin supo que era el
momento de despedirse.
-Bien, Sta Nai, si necesita algo, ya sabe, puede buscarme en
la consulta.
-Gracias, aunque siendo usted medico espero no tener que ir
a verle muy a menudo. -Dijo Nai bromeando –
- sí, es cierto!! – respondió el soltando un par de carcajadas -
A Martin le costaba decidirse a marchar. Por alguna razón se
sentía bién hablando con aquella profesora. Tras unos segundos en los que
ninguno de los dos supo ya que decir,
Martin decidió, muy a su pesar, que era el momento de la retirada.
-Bueno, he de marcharme ya, que pase un buen día Sta.
Nai.
-Lo mismo digo Martin, oh perdon, Dr Martin.
Martín contestó riendo
- puede llamarme solo
Martin.
-Está bien Martin, y gracias por ayudarme con las maletas,
ha sido muy amable.
-Ha sido un placer. Adiós Sta. Nai. – dijo el joven
mientras se disponía a marchar -
-Adiós - contestó ella -
Martin bajo las escaleras y tomó el camino de su casa. El
también acababa de llegar y tenía maletas y cajas que deshacer. Además aun no
conocía su nueva consulta, que según le
había advertido el propio alcalde por teléfono, necesitaba ciertos arreglos.
Nai entro en casa con su equipaje. La breve conversación mantenida con
el Dr. Martin le había causado muy buena impresión.
Tras inspeccionar un poco su nuevo hogar, se sentó en la
cama, había sido un día duro y se encontraba cansada, y a su pensamiento llegó todo lo que había dejado atrás, el paso tan
importante que acababa de dar marchándose a vivir lejos de su
familia, a un lugar desconocido y lejano. Allí quedaron sus amados padres, sus
amigos y todo aquello que le era familiar, ahora le tocaba empezar una nueva vida. No tenía miedo, su
deseo de dar clases a los niños era muy poderoso, nada más importante que tener la oportunidad de enseñar a los más
pequeños. Enseñar y educar. Tan solo por eso, que no era poco, Nai hubiera dado
la vuelta al mundo si hubiese sido necesario. Ser maestra era la ilusión que había tenido desde siempre, era su verdadera vocación.
Sentada en la cama Nai sonrió. Lo había conseguido, allí estaba, sola, en un lugar lejano, con gentes
desconocidas y con un futuro incierto. Todo un reto.
Me ha encantado, espero sigas con la historia, deja entrever muchas cosas, estoy ansiosa por el siguiente capitulo.
ResponderEliminarY or cierto la casa que se ve una maravilla
veo que se añade una nueva forastera al pueblo , a ver como sigue la historia entre estos dos jovenes
ResponderEliminarbesitos
Mari
Vaya vaya, aquí a filing, me encanta,, ya estoy deseado ver como sigue.
ResponderEliminarBesos. Mª Jesús
A nice beginning. There is romance in the air. It will be lovely to follow.
ResponderEliminarHugs, Drora
Ains como me gusta este blog me encanta la historia. besos
ResponderEliminarHola: efectivamente un nuevo reto en una nueva vida. La casa es preciosa y el encuentro con ese médico tan caballeroso apunta maneras... vamos que habrá romance... ja, ja... muy buena historia y muy buenas fotos llenas de detalles muy reales... seguimos en contacto
ResponderEliminar¡Mucha suerte, Nai!
ResponderEliminarSeguiré la historia.
Besitos
Menudo reto tiene Nai por delante, la chica ha sido valiente y seguro que consigue todo aquello que desea. Además me da la sensación que el doctor estará apoyándola siempre que lo necesite.
ResponderEliminarMe encantan tus historias,estoy deseando leer como sigue,besitos
ResponderEliminarMuy bonito,muy bonito,besitos
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