lunes, 15 de abril de 2013

LAGO - JARDÍN Capítulo 18



UNA ESCUSA PARA SER FELIZ

-No!!!

Aquel “No” era la primera palabra que Nai pronunciaba después de unos largos y tensos minutos de silencio, creados en el ambiente, tras la noticia que le acababa de dar Martin sobre sus  intenciones de marcharse de Lago-Jardín.

-Pero ¿Por qué Martin? ¿Por qué?



-Ya te lo he dicho Nai. Es un asunto profesional. Una buena oportunidad en la ciudad.

-¿Y tus pacientes?-Pregunto la muchacha con los ojos llorosos.

-Vamos Nai,  en el mundo de la medicina no existe el medico imprescindible. Otro me sustituirá.


Martin se dio cuenta de la dificultad que le suponía aguantar las lágrimas cada vez que pronunciaba una nueva palabra.

Ambos quedaron callados. Nai, cabizbaja y pensativa trataba de entender la situación.


 Finalmente, la maestra alzo la cabeza, miro a Martin a los ojos y dijo 

-Es por ella ¿verdad?

-¿Qué? - respondió él

-No existe ningún asunto profesional. Te vas por ella.


-¿Qué? No no. Nai…..yooo

La maestra llevó lentamente su mano a la mejilla de Martin y se la acaricio suavemente mientras le sonreía. Martin jamás había visto tanto cariño en una sonrisa.


-Mírate Martin. Mira lo bueno que eres. Ni siquiera eres capaz de mentirme como dios manda ¿verdad?

-Nai, yo!!

-Pshiiii. Calla!!! ¿No lo entiendes Martin? No me importan tus mentiras. Me da igual si es un asunto profesional o si es Eugenia el motivo de tu marcha. Porque sea cual sea la razón, yo me iré contigo.


-Pero Nai. ¿Y tus clases? ¿Y tus niños?

-Hasta que te conocí nada en el mundo habría hecho que me separara de ellos. Jamás pensé que seria capaz de renunciar a lo que mas amaba ni por nada ni por nadie. Y entonces te conocí Martin, y… hoy continúo con las mismas convicciones que entonces. Por eso te digo que no renunciare a dejar aquello que mas amo en el mundo ni por nada ni por nadie. Solo que esta vez lo que mas amo… Eres tu.


Ambos se cogieron de la mano mientras dejaban salir libremente sus lágrimas sin hacer, esta vez, ningún esfuerzo por impedirlo.

- No quiero ser el causante de que te separes de ellos Nai.

-No sé que me deparará el futuro. Pero sea lo que sea, bueno o malo, sé que quiero vivirlo a tu lado….Me voy contigo Martin.


Los jóvenes se fundieron en un abrazo y se besaron apasionadamente. Comprendieron que el amor que se tenían era tan fuerte que jamás dejarían de estar juntos. Pasara lo que pasara... en el incierto futuro que ahora se les presentaba.


Una vez más calmados, Martin preparó unos refrescos y salieron a la terraza pera sentarse y hablar de los detalles de su marcha.


-Esta misma tarde presentaré mi dimisión al alcalde. En cuanto él la haga efectiva no tardarán más que unas horas en mandar un medico de guardia de manera temporal hasta que venga alguien que me sustituya de manera definitiva.


-Muy bien Martin. Iré contigo y presentaremos juntos las renuncias. Mañana es el último día de clase antes de las vacaciones. Tendrán tiempo suficiente para encontrar una sustituta. Para cuando empiece el nuevo curso los niños ya tendrán una nueva maestra. No notarán el cambio.


-Bien… esta noche haremos las maletas y mañana tarde cogeremos el autobús que nos lleve a la ciudad. No quiero que la noticia se extienda por el pueblo hasta que nos hayamos marchado.

-Si, será lo mejor. ¿Y a donde iremos Martin?

-No te preocupes por eso. Tengo un piso en la ciudad. Es pequeño pero confortable. Nos servirá hasta que encontremos algo mejor.


Nai se emocionó con aquellas palabras. Todavía no se había parado a pensar que a partir de ahora viviría junto a Martin, bajo el mismo techo. Aquel sueño que apenas unas horas parecía tan lejano se había hecho realidad en tan solo unos minutos. Nai sonrió.

-Estoy contenta Martin, a pesar de toda esta situación tan desagradable, me siento bien. Soy tan feliz contigo Martin…

-Yo también Nai. Yo también.- Dijo Martin estirando su mano sobre la mesa para coger y acariciar la de ella. Después continuó diciendo.

-Tengo un amigo en la ciudad. Tiene una consulta privada. Trabajare con el como ayudante hasta encontrar un nuevo puesto. 


-Yo buscare trabajo como maestra. Y si no lo encuentro daré clases particulares. No me importa.

Ambos se miraban y sonreían. Ante ellos se tenían un futuro incierto. Incierto... pero juntos... Juntos.

Una escusa más que suficiente para ser feliz.


Mientras en casa del médico, los jóvenes ultimaban los detalles de su marcha, Smith salía de su casa con intención de poner en marcha su plan.


Eugenia, mientras tanto, se disponía a realizar unos recados. 



Iba inmersa en sus pensamientos mientras caminaba por las calles de lago-Jardín,  ajena a todos los movimientos que se estaban produciendo a causa de su locura e interés por Martin. De pronto  escuchó la voz de Smith tras ella.

-Eugenia!!... Buenos días Eugenia.


La mujer se giró sorprendida de que Jon Smith se dirigiera a ella.

-Vaya. El señor Smith. Buenos días. 

-Bonita mañana ¿no cree?


Eugenia comenzó a sospechar que aquella conversación no tendría nada que ver con el tiempo, y que sin duda las intenciones de aquel “Apuesto ingles” como ella solía denominarle, tendrían que ver con su visita al alcalde.

-En que puedo ayudarle Smith. Tengo algo de prisa.


-Oh, no se preocupe. No le haré perder el tiempo. Me apetece pasear un poco. La acompañaré adonde usted vaya.

-Está bien. Como quiera…

Smith se situó junto a Eugenia y juntos pasearon mientras hablaban.


-Eugenia. ¿No le parece maravilloso?

-¿El que? ¿A qué se refiere? 

-A todo. Éste soleado día. Dan ganas de pasear ¿verdad?

-Si Señor Smith, Si, todo es maravilloso. Pero como ya le he dicho no tengo toda la mañana. A si es que por favor, vaya al grano ¿quiere?


-Está bien. Solo quería compartir con usted un poco de esta maravillosa mañana. Es bonito salir a pasear en un día como hoy y encontrarse a los buenos vecinos de este pueblo. Al carnicero, al pescadero, al párroco, a usted…



-Si, si señor Smith. Es todo muy bonito y muy perfecto- dijo Eugenia después de suspirar por tener que aguantar aquellos comentarios tan cursis y que desde luego no venían a cuento-

Smith mantenía una actitud normal, algo dicharachera incluso, como si todo lo que decía fuera algo cotidiano. Como si aquella cursilería fuera propia de su carácter.


-Exacto. Eso es lo que yo quería decir. Ha dado usted en el clavo. Es...”Perfecto”. Esa…esa es la palabra. Es tan perfecto…, las piezas están tan bien colocadas… que si faltara solo una, la torre de desmoronaría y todo dejaría de ser tan perfecto ¿no cree?

Eugenia empezaba a intuir el significado de aquella conversación.

-¿Que quiere decir con eso de las piezas señor Smith?

-Nada, nada importante, sólo que le echaremos de menos.



-¿Echar de menos? ¿A quien? ¿A quien echaremos de menos?

-Oh!! al doctor Martin por su puesto. 

Eugenia se detuvo en seco. Miro seriamente a Smith y preguntó.

-¿Al doctor Martin? ¿Que quiere decir?


-Oh, pensé que lo sabía. El bueno del doctor Martin nos deja.

-No. Eso no es posible.

-Oh si sí. Tiene una oferta en la ciudad a la que le ha sido imposible renunciar. Es lógico, los médicos que vienen a los pueblos como Lago-jardín no pueden aspirar a mucho y enseguida acaban cambiando de aires.


Eugenia no podía creer lo que estaba oyendo. Detuvo su paso justo cuando pasaban junto al parque. Sintió que necesitaba sentarse y lo hizo en uno de los bancos. Smith  se sentó a su lado.

La mirada de Eugenia estaba perdida. Sabía que el médico se marchaba por su culpa. Y por primera vez sintió en su interior el desagradable sabor de la derrota.


-¿Se encuentra bien Eugenia? –Preguntó Smith intuyendo los pensamientos de ella.

-Pues que le vaya bien! -Dijo finalmente enfadada e indignada dando por asumida su derrota- No necesito ningún medico en este pueblo!!!

-Se equivoca Eugenia. Si necesita un médico. Lo que no necesita es a Martin. Aunque ese médico sea el propio Martin.


Eugenia miró a Smith con los ojos medio llorosos. Entendiendo las palabras de éste.

-Fíjese Eugenia. Fíjese en lo que hay a su alrededor.

 La mujer miró todo aquello que la rodeaba. Vio a los niños de la escuela de Nai correr, saltar y jugar felices. Hasta ese momento no se había dado cuenta de la felicidad que la maestra había aportado a los infantes del pueblo.

Después observó a una anciana paseaba erguida y con paso firme cerca de ellos. Eugenia no se había dado cuenta de aquel detalle hasta ese momento, pues aquella anciana, tan sólo unos meses antes, cojeaba y necesitaba de la ayuda de un bastón para poder caminar. Tan sólo unos meses antes…. Justo desde la llegada de Martin. 


Eugenia empezó a darse cuenta de su error. Y la voz de Smith, esta vez recuperando su forma de ser, con un tono serio y dejándose de falsedades, volvió a sacarla de sus pensamientos.

-Su padre tenía un sueño. El de un pueblo. Un pueblo donde la felicidad estuviera en cada rincón, en cada calle. Un pueblo tranquilo donde sus vecinos estuvieran tan unidos unos a otros como si de una familia se tratara. Su padre tenía un sueño. y era éste. 


Tras decir esto, Smith se levanto y se marcho sin despedirse, dejando a Eugenia sola con sus reflexiones.


Al cabo de unos minutos Eugenia alzó la cabeza. Miró a la nada con los ojos impregnados en lágrimas y dijo en voz alta…

-Dios mío… ¿Que he hecho?!!!


                       

Jhon Smith volvió a su casa con una sonrisa en el rostro. Satisfecho al ver que  su estrategia de atacar el mismísimo corazón de Eugenia parecía dar resultados.

Al cerrar la puerta recogió el correo que había en el recibidor. Con las cartas en la mano se dispuso a ir a su biblioteca para sentarse y leerlas, como solía hacer cada día.


 Pero apenas había dado un par de pasos cuando alguien llamó a la puerta.

-Ya abro yo!!-Grito Smith para que lo escuchara la doncella -

Smith abrió la puerta, alzo la cabeza y… asombrado ante el personaje que tenia frente a el dijo…

-¿¿USTED??


13 comentarios:

  1. jo....er !! pero cómo nos haces ésto ? y ahora quién está ahí? aaayy Dios mio!! cuanto nos haces de sufrir . un beso

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  2. Hola!!
    Pero.... no puede ser!! Y ahora, qué más? Qué intrigaaaaa!!
    Besos, Helena.

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  3. Jo! ¿No me puedes decir en secreto, al oído, quienes han llegado???
    Si yo no me había enterado de la Eugenia!!!! ¡Me he perdido varios capítulos o qué!!! Voy a buscar todo el historial de esa "mujer caprichosa" que me está haciendo llorar a mi Nai.
    Por cierto, que guapos son todos los hombres de ese pueblo.
    Perfecta la escenografía!!!!

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  4. haaa, ahora si que me has dejado muy intrigada ,con que intriga vas a engancharnos ahora ?

    besitos

    Mari

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  5. La madre que .....!!!! Ay !! otra vez nos dejas intrigadas , ja , ja . Esto me recuerda cuando veíamos " Dallas " , que duro se hacia esperar la próxima semana .
    Un beso

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  6. Gracias por adelantarlo, pero ¿que es eso de que llega el final?, por lo menos unos 1000 episodios, hay que renovar todas las temporadas...

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  7. Jóoooooo otra vez has vuelto a hacerlo, y ahora a esperar otra vez con impaciencia.
    ¿Quien será.........será..........?

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  8. vaya intriga que tenemos entre manos ¿quien hay detrás de la puerta? bueno bueno bueno ya nos has dejado otra vez con la miel en la boca habra que esperar
    no se si saldra porque es la primera vez que hago aqui el comentario soy angelina del foro tus miniaturas

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  9. Espero que nos saqueis pronto de la duda de quién hay detrás de la puerta.... no me hago a la idea de quien puede ser!! Olé la intriga
    Besitos

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  10. Quien será?.............. vas a tener que ir preparando Toñi el vestido de novia por si la cosa sigue adelante........

    Besos. Mª Jesús

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  11. ... pero quién ha llamado a la puerta?... si es que no sé nada de la vida de Smith y esta mañana me he mordido la uña que me quedaba... ayyyyy

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  12. Preciosa la puesta en escena de esta historia tan romántica.
    Felicidades por esta maravilla de blog y de trabajos realizados.
    Quedo a la espera de la nueva y emocionante entraga.
    Besos.

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  13. Me voy al otro capítulo,que creo que a este paso hoy no seayuno,jajaja!!!!

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